Amaneció
un día de sol precioso y estaba
caliente, la gente se había tirado a la calle, la verdad es que ya
necesitábamos un poco de luz después de tantos días grises lloviendo y nevando.
Estábamos esperando que mejorara el tiempo para ir a ver la nieve, después de
la gran nevada de este año los puertos estarían preciosos.
Como
las carreteras ya estaban más transitables, decidimos hacer un recorrido en
coche y buscamos un itinerario, Somiedo. Primeros de marzo, los días más largos,
sol, calor y Somiedo, un Parque Natural y además Reserva de la Biosfera, seguro
sería un día perfecto.
La
decisión de entrar en Somiedo por la vecina provincia de León no se suele
cuestionar cuando nos dirigimos a Somiedo, nos gusta recorrer la zona de Luna y
Babia.
Subimos
por la autopista del Huerna y nos desviamos en la primera salida de la autopista (C-823) dirección
Villablino, cuando subíamos el puerto el sol se ocultaba entre las nubes hasta
que desapareció completamente.
Cruzamos
toda la zona de Luna y Babia admirados por el paisaje nevado, el pantano lleno
de agua y el río Luna espectacular acompañándonos durante casi todo el
trayecto, solo nos faltaba un poco de sol. Llegamos a Piedrafita de Babia y
allí nos desviamos hacia el puerto de Somiedo. Cuanto más nos acercábamos al
puerto más nieve, estaba precioso aunque nos daba un poco de miedo por la
niebla que hacía lo imposible por bajar de los altos.
Llegamos
a Santa María del Puerto, en el alto de Somiedo, imposible dar un paso fuera de
la carretera, para ello serían necesarias unas raquetas, no obstante para
caminar por el monte en estas condiciones hay que conocer mucho el terreno.
Entablamos
conversación con un vecino que nos explicó un poco de la vida de la gente del
lugar, en el pueblo en invierno pocos quedan, otros se dedican a la trashumancia,
son los vaqueiros de alzada, suben con el ganado al puerto en mayo y no bajaban
hasta noviembre cuando ya comienza el invierno, estos luego se dirigen hacia la
zona de Grado y Salas. Aunque ya teníamos conocimiento de la vida de los
vaqueiros de alzada agradecimos la buena conversación, es agradable ir a los
sitios y que te den un poco de conversación o simplemente que te saluden.
Bajamos
el puerto, hacia el lado de Asturias había mucha menos nieve y el tiempo ya
mejoraba, nubes y claros, esto nos animó a seguir nuestra ruta. Bajamos hasta
Caunedo y en la Casona de Lolo nos acogieron con calor, un buen pote y caldereta de
cordero, riquísimo todo. Ya con alegría en el cuerpo seguimos la ruta.
Decidimos volver sobre nuestros pasos y nos dirigimos a la braña de La Peral,
los teitos de escoba estaban escondidos entre tanta nieve que había, todo era
silencio y nieve a nuestro alrededor, pero seguro estaría con mucha actividad
en primavera.
Continuamos
carretera abajo con la intención de ir a ver como estaba de nieve el valle de
Saliencia. Pasamos Pola de Somiedo y unos pocos Km más abajo encontramos la
desviación hacia Saliencia. Un valle precioso, también estaba muy solitario. El
agua corría por todos los regueros, el río bajaba bravo, todo sonido era el del
agua. Todo alrededor nieve y agua.
Llegamos
a Saliencia, último pueblo del valle, la carretera al puerto de La Farrapona estaba
cerrada por nieve, todo alrededor estaba precioso, supimos donde estaba la
carretera por las señales de tráfico, era extraño pero estaba bonito, un camino
ancho flanqueado por los linderos de las fincas, y así seguirá todo el invierno
hasta que el sol haga su trabajo o lleguen las palas a quitarla cuando los ganaderos
tengan que subir su ganado en primavera.
Somiedo,
volveremos, pero a caminar por tus valles y montañas, a ver tus brañas y tus
lagos, hay mucho que ver y disfrutar en este Parque Natural y Reserva de la
Biosfera.
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