domingo, 22 de septiembre de 2013

CUEVAS DEL MAR

La costa llanisca dispone de sus reconocidas 30 playas, aunque podemos decir que dispone de alguna más, algunas de ellas no son accesibles por tierra y otras desaparecen cuando hay pleamar.
Con todas estas playas bien podemos decir que existe una a gusto de cada persona, para familias con niños, para los jóvenes, para solitarios, para nudistas, para lucir el bañador, monumento natural, urbanita, para los amantes del chiringuito, rodeada de acantilados, escondida entre praderas, con río, con islote, de arena, con pedrero, con pradera, con muchas olas, al abrigo del oleaje, para pasear, para echar unas palas, para los amantes del surf y también para los amantes de la escalada.



La playa de Cuevas del Mar está situada a la altura del pueblo de La Nueva, para llegar a ella dejar atrás el pueblo y seguir el curso del río Ereba que nos llevará a ella, impresiona tener que cruzar un túnel escavado en la roca y encontrar al otro lado una ensenada muy pintoresca con muchas cuevas y rocas con formas de arcos.


De esta playa podemos decir muchas cosas, tiene arena, pedrero, pradera, río, chiringuito, y es espectacular cuando está la marea baja, se puede pasear y entretenerse explorando sus cuevas y cruzar bajo sus arcos, y por si fuera poco, podemos dar la espalda al mar y disfrutar de unas vistas a la sierra del Cuera sin salir de la arena, es tan pintoresca que la gente anda con su cámara en mano para poder llevarse el mejor recuerdo. También es considerada como zona de escalada, en los últimos años una escuela de escalada aprovecha la bajamar y las rocas que hay en la playa para traer sus alumnos, y cuando hay pleamar para practicar una nueva modalidad el psicobloc. 



También como no decirlo, Cuevas del Mar fue escenario del rodaje de una película, (Llanes es escenario de muchas películas y este lugar no iba a ser menos), “You’re the one”, rodada en el año 2000 por José Luis Garci.
A la derecha hay otra playa, El Puertín o la Playina, que cuando está la marea baja queda unida a la de Cuevas y si hay pleamar para acceder a ella hay que dar un pequeño rodeo por una pista que está al lado del chiringuito.




Para aquellos a los que no les guste pisar la arena pero sí disfrutar de las vistas, pueden disfrutar tranquilamente sentados en el chiringuito escuchando una buena música y mirar las olas romperse en la orilla.
Y ya que estamos aquí, por qué no dar un paseo por los alrededores. Seguir una pista que está al lado del chiringuito, a unos 350 m abandonar la pista para seguir un sendero que parte a la izquierda y así llegar a los acantilados, son impresionantes, merece la pena sentarnos y dejar que el mar nos dé un buen “masaje” con ese ir y venir de las olas, seguir bordeando la costa, a lo lejos se ve la capilla de San Antonio, ir hasta allí disfrutando de la panorámica de la mar y de las olas rompiéndose contra los acantilados, cuando estéis allí veréis una pequeña calita que solo tiene acceso por mar es la playa de Puertu Secu (cuando hay pleamar queda completamente cubierta) y un poco más allá la playa de San Antonio, que es una playa muy frecuentada por los pescadores; podéis regresar a Cuevas del Mar por la pista que parte desde la playa de San Antonio.
La playa de Cuevas es muy frecuentada por turismo de autocaravana, ya que pueden aparcar casi en la misma playa, es un lugar ideal para esta gente, pues suelen buscar la tranquilidad de la naturaleza, cuando los demás retornamos a casa ellos se quedan allí viendo caer el día, disfrutando del sonido de las olas y de un buen libro, tienen todo lo que buscan. Seguro que nos gustaría como ellos terminar el día en esta playa y ver el amanecer en este paraje. 



Para los que no disponemos de autocaravana, dentro de poco, quizás para las navidades podamos tener un atardecer y un amanecer disfrutando de las vistas a esta playa o la preciosa sierra del Cuera, están terminando de dar los últimos retoques a un hotel rural con mucho encanto y en un lugar privilegiado se llama “El rincón del Pensativo”, el otro día eran las jornadas de puertas abiertas y pudimos recorrer sus habitaciones decoradas con mucho gusto y su acogedor jardín con vistas sobre la playa, la verdad es que el nombre le viene que ni “pensado”.
Disfrutemos de las vistas que están al alcance de todos y no cuestan nada, llevemos nuestro álbum lleno de fotos que nos harán recordar los momentos y sentimientos que tuvimos, para poder volver a viajar con nuestros recuerdos cuando ya estemos en casa.



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