Hay
días que apetece coger el coche y hacer una escapada, rodar por las carreteras,
dejarnos atrapar por lo que vemos y nos entre por los sentidos e ir trazando el
itinerario sobre la marcha según nos vaya surgiendo y apeteciendo en ese
momento.
Ayer
fue un día de esos, salimos de casa con la idea de dirigirnos hasta Peñamellera
Baja, el municipio más oriental de Asturias junto con el de Ribadedeva, no
buscamos ninguna información sobre lo que nos podríamos encontrar, no trazamos
ninguna ruta, sólo sabíamos que iríamos hasta Panes y la ruta el mismo paisaje
nos la trazaría.
Arboretum - Panes |
Llegamos
allí e hicimos una parada para estirar las piernas y tomar un refresco, un cartel informaba sobre una ruta por el “Arboretum” quisimos conocerlo, es un
bonito paseo por la orilla del río entre arboleda de ribera, allí confluyen dos
ríos muy importantes, el Cares que nace en la vecina provincia de León, en los
montes de Posada de Valdeón y recorre el municipio de Cabrales y Peñamellera
Alta y el Deva que nace en Fuente De en la provincia de Cantabria.
Alevia |
Paseando
por la orilla del río vimos enfrente y a bastante altura, en plena sierra del
Cuera, protegido de los vientos del norte, un pueblín y nos dirigimos hacia
allí, era Alevia, desde allí se divisaban unas preciosas vistas de todo el
valle, de Panes y del río; de aquí parte una ruta al picu Paisano, ya queda
anotada en la agenda, seguro volveremos para coronar el picu.
Con
la panorámica que se veía desde Alevia y la información de un vecino ya
planificamos nuestros siguientes destinos, Abándames abajo en el valle y Bores
en la ladera de enfrente a los pies del picu Peñamellera.
Abándames |
Llegamos
a Abándames, nos impresionaron sus muchas casas solariegas con el escudo de la
familia “Mier”
(Adelante el de Mier por más valer), también sus numerosas casas de indianos, pero tampoco desmerecían nada las demás casas que aunque no tenían el abolengo de las otras no nos dejaron de impresionar, todas grandes, de piedra y muy bien conservadas. Una señora se ofreció a enseñarnos la iglesia y nos explicó que Abándames había sido la capital de la Peñamellera Baja, también nos comentó que la mayoría de sus habitantes vivían en Méjico y volvían todos los años de vacaciones. Nos habló de las aldeas de San Esteban y Cuñaba, enclavadas en la montaña y nos recomendó ir a conocerlas, su acceso era por el desfiladero de La Hermida.
(Adelante el de Mier por más valer), también sus numerosas casas de indianos, pero tampoco desmerecían nada las demás casas que aunque no tenían el abolengo de las otras no nos dejaron de impresionar, todas grandes, de piedra y muy bien conservadas. Una señora se ofreció a enseñarnos la iglesia y nos explicó que Abándames había sido la capital de la Peñamellera Baja, también nos comentó que la mayoría de sus habitantes vivían en Méjico y volvían todos los años de vacaciones. Nos habló de las aldeas de San Esteban y Cuñaba, enclavadas en la montaña y nos recomendó ir a conocerlas, su acceso era por el desfiladero de La Hermida.
Sobre
la marcha cambiamos el itinerario, primero iríamos a Cuñaba y dejaríamos Bores
para después.
Desfiladero de la Hermida desde carretera de Cuñaba |
Había que volver a Panes para seguir la carretera hacia el desfiladero de La Hermida,
dirección Potes, y en Ruenes encontramos el cruce a San Esteban y Cuñaba. Primero encontramos la desviación a San Esteban pero pararíamos a la vuelta, continuamos por la carretera que estrecha
y con muchas curvas subía peña arriba, enseguida tomamos mucha altura,
impresionaba bastante pero las vistas desde allí eran espectaculares, solo por esto
ya merecía la pena, al llegar al alto la carretera cruzaba hacia otro valle,
enseguida vimos Cuñaba, se encuentra escondida en la ladera de la montaña, es una
aldea rodeada por todos los lados de peñas, tiene unas vistas impresionantes.
Es la clásica aldea de montaña con todas sus casas de piedra, su fuente y
lavadero, su bolera, también tiene su casona solariega "casona - palacio del Inquisidor Verdeja o Cárabes". Allí estuvimos
conversando con una de las propietarias de la casona, allí había nacido y allí
había celebrado su boda, enseguida se marcharía para Madrid. Parece ser que
estos pueblos se quedan muy solos en invierno.
Cuñaba |
Al
bajar hicimos parada en San Esteban, un lugar que me impresionó mucho por su
naturaleza salvaje, una aldea que están tratando de recuperar para el turismo,
un sitio ideal para perdernos y un buen punto de partida para muchas
excursiones por los alrededores, nosotros seguro volveremos por aquí.
San Esteban |
Volvimos en dirección a Panes, ahora sí iríamos a Bores, antes de llegar a Panes encontramos la desviación a Robriguera y Bores, había que cruzar un puente sobre el río Deva.
Bores |
Bores
es un pueblo situado en un alto dominando todo el valle, enfrente teníamos la
sierra del Cuera, y detrás el Picu Peñamellera. Nada más llegar al pueblo impresiona
una gran casona en ruinas, el palacio de Orejuz, da pena que esto acabe así.
Disfrutamos de unas vistas preciosas sobre todo el valle, unas horas
antes disfrutábamos de las vistas al valle desde Alevia ahora estábamos al otro lado.
La
tarde ya se nos echaba encima pero el cuerpo nos pedía más, miramos hacia
arriba, allí estaba el picu Peñamellera, parecía que nos llamaba, desde allí se
verían unas vistas espectaculares, veríamos el otro valle. Pero esto ya es otra
excursión.
Salimos
de casa con un lugar concreto hacia donde ir y a partir de aquí nos dejamos
llevar por las sensaciones y las emociones del momento, el paisaje nos llamaba
y nos dirigía hacia un lado u otro, disfrutamos de unos lugares y unos paisajes
que no conocíamos y regresamos con nuevos itinerarios y excursiones para volver
y profundizar más en estas tierras, qué más podemos pedir.
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