martes, 12 de agosto de 2014

A LOS PIES DEL URRIELLU

Hay un Pico en Asturias que es conocido por montañeros de todo el mundo, es el Picu Urriellu, también llamado “Naranjo de Bulnes”, la verdad es que no deja indiferente a nadie, a unos por el deseo de lograr su cima, a otros por su forma, y a mí porque algo tiene de mágico que siempre me atrajo, tanto es así que siempre planeo un momento y un lugar para disfrutarlo.

En Asturias existen varios lugares desde donde podemos contemplar el Urriellu con sólo acercarnos en coche, en Llanes conozco cuatro puntos desde donde se puede ver, en el pueblo de La Malatería, en la sierra plana de Carriles, desde el alto del Torno (carretera de La Nueva a Corao) y también desde los acantilados de Villanueva de Pria y Picones, (impresiona poder ver el Urriellu y estar al lado del mar), en el concejo de Cabrales desde el mirador del Pozo de la Oración, desde los pueblos de Poo y Asiego, y también desde Camarmeña desde donde pude contemplar una tarde al caer el sol como éste iba tomando una tonalidad anaranjada, fue emocionante.

Esta vez ya no me bastaba verlo de lejos, tenía necesidad de verme allí arriba, a sus pies, para ello después de consultar las previsiones meteorológicas encontramos el día adecuado, verano, un día completo de sol, sin una nube ni previsiones de niebla.

Madrugamos para iniciar la subida con el frescor de la mañana y evitar las mayores horas de calor, pero en el tramo final el sol ya calentaba bastante. 

 
Majada la Tenerosa y las praderías de Bulnes


Majada La Tenerosa con el refugio y Picos Albos

Nuestro punto de partida fue la majada del Texu que está a los pies del pueblo de Sotres. De allí tomamos dirección a la majada de Pandebano  por una pista ganadera, al final había que dejar la pista y subir unos metros hasta alcanzar la loma, allí nos estaba esperando el Urriellu, ya lo veíamos, nos indicaba el camino a seguir. Tomamos la senda hacia la majada de La Tenerosa (1315 m) donde existe un refugio y también una fuente, allí pudimos hacer provisión de agua ya que no la íbamos a encontrar en todo el camino. 

Monte La Varera, Picos albos y la cumbre del Urriellu


Dejando atrás La Tenerosa atravesamos el monte La Varera, y enseguida llegamos al Collau Vallejo, a partir de aquí el camino cambió para hacerse más agreste, ya habíamos dejado atrás las majadas con sus praderas y ahora estábamos en un sendero arañado a la roca y a una altura impresionante, las vistas también impresionaban, al oeste el Neverón del Urriellu, los Picos Albos, al sur el Urriellu, abajo Bulnes, a lo lejos Ondón, atrás Peña Maín, también vimos un grupo de personas que descendía muy lentamente hacia Bulnes por Camburero, esta senda parte del pueblo de Bulnes a la vega del Urriellu, el camino era muy pendiente y parecía dificultoso. 

Desde Collau Vallejo las Traviesas, Picu Urriellu y el Neverón del Urriellu


El Urriellu durante toda la subida nos mostraba su cara norte, se veía cercano, pero nos esperaba todavía bastante trayecto y deberíamos ir con cuidado, estábamos a mucha altura. Pasando la zona que llaman Las Traviesas comenzamos a subir en zig-zags encima teníamos el Urriellu pero se hacía desear, el sol calentaba bastante y el camino se nos hacía más costoso. Y por fin vimos el refugio (1960 m), ya habíamos llegado a la vega del Urriellu. 

Picu Urriellu - Cara norte


Estábamos a los pies del Urriellu, y aunque durante todo el camino no nos cansábamos de mirarlo, estar debajo de él impresionaba aún más. Echamos una mirada atrás, por donde habíamos llegado, en ese momento era tan grande la satisfacción que todo lo pasado para llegar hasta allí se nos había olvidado. Todos nuestros sentidos eran para captar todo lo que había a nuestro alrededor, no queríamos perdernos nada.

Llegando, ya se ve el Refugio

Picu Urriellu - Cara oeste


Nos refrescamos en la fuente y buscamos un lugar donde poder comer y disfrutar de las vistas que desde allí se nos ofrecían, se podían ver a nuestra izquierda el Neverón del Urriellu, Los Picos Albos, abajo las praderías de Bulnes, enfrente Peña Maín y al fondo la Sierra del Cuera que separa Llanes de Cabrales, en todo lo que alcanzábamos a ver el cielo completamente azul, solamente se podía ver una línea muy fina de nubes que dibujaba el contorno de la Sierra, esto quería decir que detrás de ella, en el concejo de Llanes, había nubes y el Cuera hacía de barrera, solamente al ir avanzando la tarde consiguieron saltar la barrera para adentrarse en Cabrales, pero esto muy tímidamente. Detrás y marcando una línea muy fina con el azul del cielo vimos el mar Cantábrico. 

Desde la Vega del Urriellu, Peña Maín y Sierra del Cuera


Detrás nuestro teníamos el Urriellu, el sol lucía radiante detrás de él, y dos grupos de escaladores hacían lo posible para llegar a la cima, unos por su parte suroeste ya estaban muy arriba, el otro grupo estaban filmando la escalada de una mujer que estaba intentando la subida por la cara más difícil, la cara oeste, desde abajo se les oía hablar, era muy curioso pero se les oía perfectamente aunque estaban a media altura.

Picu Urriellu y Refugio


En la vega se veían varios corros de piedras donde los montañeros se cobijan para dormir a veces sin más techo que la noche estrellada, debe de ser muy bonito.


Vega del Urriellu

Vega del Urriellu - Neverón del Urriellu


También pudimos comprobar como conviven dos medios de transporte, el antiguo y el moderno, estando allí llegó el helicóptero de los bomberos y al poco tiempo, apareció por el mismo camino por el que antes habíamos llegamos nosotros, un porteador con un par de mulas que venían cargadas y me imagino que de comida.


Neverón del Urriellu


Nosotros aunque estábamos en una nube tuvimos que bajar del encantamiento para poner rumbo otra vez hacia abajo, todavía nos quedaban unas tres horas de camino, repostamos agua otra vez y nos despedimos del lugar aunque no del Urriellu que nos acompañaría casi todo el viaje hasta llegar a Pandébano, aunque esta vez nos acompañará para siempre ya que allá donde estemos y aunque no lo veamos, podremos recordar este día.





domingo, 3 de agosto de 2014

DEL SABLÓN A GULPIYURI



Elegir el municipio de Llanes para pasar el día es tener que elegir entre sus 32 playas, cada cual más preciosa, y cada una con sus particularidades que la hacen diferente de las demás. Este día no quise elegir y decidí hacer un recorrido por una parte de su costa y así conocer cada rincón y descubrir las pequeñas playas menos nombradas pero no por eso menos bonitas. El punto de partida sería la playa del Sablón en la villa de Llanes y el final Gulpiyuri, playa declarada monumento natural, deciros que al final del día había visto 18 playas cada cual más bonita y todas muy diferentes.  
Todo el trayecto es una continuidad de miradores al Cantábrico y a la sierra del Cuera, un paisaje que veremos diferente dependiendo del estado de las mareas, por este motivo planeamos la ruta para llegar a Gulpiyuri cuando estuviese la marea alta, esto condicionó que la mayoría de las playas las viéramos en bajamar, no estaría mal volver para poder ver la playa de Poo y la ría de Niembro en pleamar.

Comentar, que antes de llegar al Sablón hicimos primero un pequeño recorrido en coche, para conocer otras dos playas. Para ello, antes de entrar en la población de Llanes en la rotonda nos desviamos a la derecha en dirección a la playa de TORÓ, allí hicimos una pequeña parada, esta playa es muy pintoresca, está salpicada de rocas y últimamente hay muchas más al haber ido perdiendo arena durante los últimos años, este mismo problema está ocurriendo desde hace años en muchas playas de Asturias. Continuamos en coche cuesta arriba y al lado del camping Entreplayas encontramos la playa de PUERTO CHICO, cuando la marea sube se queda sin arena y parece un lago, desde aquí se divisaba el faro.


Llegamos a Llanes, al cruzar el puente nos desviamos a la derecha bordeando el puerto para poder ver los famosos “Cubos de la memoria”, trabajo realizado por el pintor y escultor Agustín Ibarrola en los bloques de hormigón que protegen el puerto, seguimos para llegar al SABLÓN, lugar donde comenzaría nuestra ruta, esta bonita playa también tiene problemas de pérdida de arena, como había bajamar la vimos llena de piedras pero no deja de ser preciosa, a partir de aquí ya sin coche comenzamos nuestra ruta.


Iniciamos el camino, para ello subimos al Paseo San Pedro desde donde disfrutamos de una preciosa panorámica de Llanes y toda la costa. Seguimos todo el paseo hasta el final para entrar en campo libre, pero llega un momento que desaparece el sendero, este lo encontramos al final de una pradera escondido entre la vegetación, aconsejo seguir por él nos llevará bordeando toda la costa hasta la playa de Poo, también tenemos la opción de un camino que va un poco más al interior que parte de una urbanización, pero más bonito es por la costa, en cualquier caso las dos opciones nos llevarán hasta la playa de POO, esta playa cuando hay pleamar parece un gran lago pero nosotros la encontramos con la marea baja, el agua se encontraba a la entrada de la ensenada, tendremos que volver otro día para verla en pleamar. 


El camino continúa bordeando la playa, para ello había que seguir por la carretera y la primera desviación a la derecha, luego siempre a la derecha, no hay pérdida, el camino tiene que bordear la playa de Poo, nosotros, para atajar, decidimos cruzarla siguiendo un pequeño arroyo y enseguida vimos el camino que debíamos seguir. A partir de aquí no había pérdida, recordar, en los cruces siempre a la derecha para ir bordeando la costa. 


Enseguida volvimos a ver la playa de Poo, además de unas preciosas vistas de toda la costa, del pueblo de Poo y de la Sierra del Cuera. Continuamos y otra playa, PORTIELLU como estaba la marea baja se podía pasar al islote que había enfrente, “Castro de San Martín”, y a la isla “Almenada” a la derecha, esta isla tiene su pequeña playa LA ALMENADA, todo el conjunto formaba una playa enorme, precioso, pero no nos podíamos parar, otro día volveríamos para disfrutar de ello (aquí tendremos que volver cuando haya una gran bajamar). El camino continúa y nos encontramos las ruinas de una antigua ermita y a sus pies la playa de SAN MARTIN, desde aquí volvimos a disfrutar de otra preciosa vista de la playa del Portiellu y sus islas.


Llegamos a Celorio, pasando una urbanización giramos a la derecha y llegamos a las playas de LA CAMARA y PALOMBINA cruzamos las dos y al lado de un restaurante retomamos el camino, a partir de aquí ya seguimos por carretera hasta Niembro. Antes encontramos tres playas, las tres están situadas al lado de campings, la playa de BORIZU en Celorio, un poco más allá detrás de otro camping la playa de TROENZO y en el pueblín de Barro la playa de BARRO, las tres muy concurridas. 


Un lugar que no debéis dejar pasar es la península de Azpiri que está entre las playas de Borizu y Troenzo, es un lugar privado pero de momento no prohiben el paso, en este lugar se puede ver superponiendo varias rocas, la formación de una imagen semejante a la cara de Cristo;
también tiene una pequeña cala LA TAYADA que es de difícil acceso, aparte de esto merece la pena hacer esta parada para disfrutar de las vistas desde aquí ya que la perspectiva es diferente, se ve la costa como si estuviéramos mar adentro.

Salimos de Barro en dirección a Niembro todo por carretera, allí haríamos una parada para comer en el área recreativa disfrutando de las bonitas vistas de la ría, decir que al final del pequeño puerto entrando por un sendero, está la playa de NIEMBRO que termina desapareciendo cuando sube la marea. 


Después de la parada nos costó un poco coger el ritmo ya que el camino era todo cuesta arriba, atravesamos el bonito y pintoresco pueblo de Niembro, y tomamos el camino que indicaba a Torimbia, abajo a la derecha quedaba la playa de TORANDA, sus arenas amarillas destacaban entre el verde de los prados, al ir tomando altura las vistas sobre la costa se iban ampliando, espectaculares, por fin divisamos la playa de TORIMBIA, considerada una de las más bellas de Asturias, es una playa nudista. Que bonitas vistas, por un lado Torimbia, al otro Toranda y toda la costa donde vamos reconociendo los lugares por donde acabamos de pasar, Llanes, los islotes de Poo, Celorio, Barro, la ría de Niembro y a la derecha la Sierra del Cuera.



Continuamos cuesta arriba, hasta las antenas, a partir de aquí perdimos de vista el mar pero se agradeció la llanura de esta sierra plana, en esta zona de praderas pastaban las ovejas y las vacas, al final una zona de arboleda, pinos, eucaliptos, abedules y entre ellos comenzamos a divisar el mar, abajo ya se veía la playa de San Antolín y a la izquierda el pueblo de Posada. Ya se veía el final de la ruta y el camino comenzaba a descender, esto nos animó, ya hacíamos planes, al final nos daríamos un chapuzón. 


Nada más descender de la sierra plana nos encontramos con el monasterio benedictino de San Antolín de Bedón del siglo XIII, está en un pésimo estado de conservación, tendrá que caer para luego lamentarnos por lo que no hicimos. 
Cruzamos por encima del río Bedón que desemboca en la playa dividiéndola en dos, ya estabamos en SAN ANTOLÍN DE BEDÓN, había ambiente de surfistas, mucha gente pero se respiraba tranquilidad, no había bullicio, hicimos un alto en el camino para tomar unos refrescos en uno de sus bares y así disfrutar un poco viendo los surfistas.


Ya nos quedaba poco, había que continuar, seguimos el camino que partía detrás del bar y todo recto, y sin pérdida llegamos a la playa de GULPIYURI, no se ve hasta que estás encima de ella, menos mal que está bien señalizada, encontraréis un cartel explicando cual fue el proceso de su formación. (Para los interesados pulsar en el enlace - Dolina). Estaba bastante concurrida y todo es debido a que es una playa muy curiosa, no se ve el mar. La decisión de llegar a esta playa con pleamar fue motivada por el hecho de que cuando la marea está baja casi no tiene agua y teníamos ilusión de estrenarla pegándonos un chapuzón.

Después de esta gran caminata agradecimos poder quitar el calzado y la ropa, y zambullirnos en el agua, estaba fresquita pero no importaba, además no todos los días podríamos tener la ocasión de bañarnos en una playa declarada monumento natural.


El regreso a Llanes lo hicimos en FEVE desde el pueblo de Naves que está cerca de allí, os recomiendo informaros de los horarios antes de salir.