viernes, 5 de junio de 2015

UN DÍA EN GRANDAS DE SALIME



En el occidente de Asturias, limitando ya con Galicia, se encuentra el municipio de Grandas de Salime, lugar de paso de peregrinos que por el Camino Primitivo se dirigen a Santiago. Este municipio pasó a ser conocido, o al menos a ser nombrado, gracias a su museo etnográfico, hoy día aunque pocos hayan acudido a verlo, al menos saben que existe y que está en Grandas de Salime.

Decidimos ir a visitar el museo etnográfico y así conocer algo de este municipio desconocido.

Para ir manejamos dos opciones y las dos fueron válidas, iríamos por un lado y volveríamos por el otro, o sea, haríamos un circuito, así conoceríamos más Asturias, iríamos por Pola de Allande y volveríamos por Navia.

En Oviedo tomamos la autovía A-63, Grado – La Espina, en Dóriga nos desviamos por la AS-15 a Soto de la Barca, pasamos al lado del embalse de La Barca, el día estaba soleado y pudimos disfrutar de una bonita estampa del embalse rodeado de arboleda reflejándose en el agua, precioso. Continuamos el viaje y llegamos a Puente del Infierno, aquí tomamos desvío a la derecha, tomando la AS-14 dirección Pola de Allande, otra gran desconocida, aquí hicimos una parada para estirar las piernas y tomar algo en la Nueva Allandesa, restaurante famoso por su buena cocina. Había que continuar, seguimos dirección a Grandas de Salime, había que comenzar a subir el puerto del Palo, un puerto largo pero como disfrutábamos de un buen día se nos hizo grato el viaje disfrutando del paisaje, es lo que tiene el ir por carreteras secundarias, que al ir más despacio se puede disfrutar más del paisaje.



Llegamos al embalse de Grandas, estaba precioso y a tope de agua, esta fue parada obligada. No es un embalse cualquiera ya que aquí se puede ver el trabajo que supuso en los años 40 su construcción, impresiona ver a un lado de la montaña, como haciendo equilibrios para sujetarse a ella aún los restos de los silos, tolvas y demás edificios que fueron necesarios para su construcción, decir que el cemento se hizo a pie de obra y los materiales para hacerlo se traían en barcos hasta Navia y hasta aquí en teleférico, en su día tuvo que ser una obra faraónica


 Seguimos carretera adelante y paramos en el alto para disfrutar de las panorámicas sobre el embalse.



Llegamos a Grandas de Salime, una población no muy grande con los típicos tejados de pizarra negra, antes de comer un paseo por esta población que es cruce de caminos, a la derecha hacia Pesoz y Navia, enfrente la salida hacia Fonsagrada ya en la Provincia de Lugo, no muy lejos de allí está el límite de Asturias con Galicia.



Visitamos la colegiata del Salvador parada obligada de peregrinos. De la primitiva iglesia fechada en el siglo XII se conserva una portada románica, unas gárgolas y una pila bautismal. Al salir de aquí buscamos donde comer, había que comer pronto para ir al museo etnográfico.


Después de una buena comida la tarde la dedicamos a la visita al museo etnográfico en La Rectoral, es precioso, disfrutamos mucho además tiene tanto que ver que nos llevó la tarde, es grande, recomendable para todas las edades, no defrauda a nadie. Puedo decir que no es una exposición de piezas antiguas, allí se puede ver cada utensilio en su ambiente natural, hay barbería, zapatería, sastrería, sifonería, una tienda-bar, una escuela, la casa con su llar, su habitación completa,… podría seguir pero mejor ir a verlo.




Después de una entretenida tarde en el museo etnográfico tocaba la vuelta a casa, no nos quedaba tiempo para ver el yacimiento arqueológico de Chao Sanmartín ni su museo, habría que volver. Para la vuelta a casa tomamos carretera en dirección Navia pasando por Pesoz y Boal, otros lugares que no conocíamos y que habrá que visitar y dedicarles tiempo.

Llegamos a casa sabiendo que volveríamos, lo pasamos bien y lejos de los típicos lugares turísticos y llenos de gente, Asturias es algo más que playas, el interior de Asturias se encuentran lugares para disfrutar y para no olvidar.