Cue, fue y
será escenario de películas, y es un escenario privilegiado desde donde admirar
la belleza de un paisaje donde no falta de nada. Se puede decir de este pueblín
llanisco que lo tiene todo, playas, acantilados, paisaje y casitas muy antiguas que
junto con las nuevas hacen un conjunto con armonía y encanto, es el
escenario perfecto para una buena película donde la protagonista es la
naturaleza.
Siempre sentí
un extraño placer conducir mi coche desde Llanes a Cue, una carretera sin
arcén, estrecha y con curvas que se abría paso entre unos prados verdes a rabiar y donde todo lo que se
veía de frente y a los lados era naturaleza. Hoy en día ha cambiado un poco ya
que han hecho acera a un lado, y la sensación que tengo ya no es la misma, pero
aún sigue siendo bonito circular por allí, al llegar al pueblo ves como la
carretera continua retorciendose entre las casas gracias a que estas le dejan un poco de
hueco por donde pasar, a veces parece que hasta se oculta y no sigue más allá.
Para ir a Cue
desde Llanes no es necesario que llevéis el coche, el trayecto no es muy grande
y podréis disfrutar del paisaje tranquilamente. Todo el pueblo es bonito, podéis
empezar callejeando por la primera calle que encontréis a mano izquierda y llegaréis
a la iglesia, (la calle principal a la iglesia está más allá en una plaza, y va
marcada con un viacrucis a los lados), es toda de piedra, tiene torre del
campanario con su reloj y un soportal donde podréis sentaros a descansar y
admirar el paisaje.
Desde aquí veréis una panorámica del pueblo que está situado en la ladera de una sierra plana y que
los foráneos llaman “el aeropuerto” ya
que hubo un tiempo no muy lejano que cumplió esta misión, hoy en día hay un
campo de golf, y detrás de esta veréis la Sierra del Cuera, pasar un momento
aquí disfrutando de las vistas, todo verde alrededor, es precioso. Como curiosidad deciros que en los
alrededores de esta iglesia se rodó la película El Portero, de Gonzalo Suarez donde
los protagonistas principales eran Carmelo Gómez y Maribel Verdú.
Luego dirigiros
otra vez al pueblo, pasear entre sus calles y veréis casitas típicas muy
antiguas que para mí tienen mucho encanto, también antiguos caserones con sus corredores
y las nuevas construcciones que se adaptan al entorno bastante bien.
También tienen la fuente y lavadero de San Fernando reconstruido por iniciativa del pueblo, la
fuente está continuamente echando agua por dos caños, es un agua muy fresca y
mucha gente acude con sus garrafas para llevar agua para casa. Desde la fuente
también podréis ver una buena vista del pueblo con el mar al fondo y esta vez
podréis ver la iglesia desde otra perspectiva diferente elevándose al final del
pueblo entre la verde pradería. En los alrededores de esta fuente se celebra la
fiesta de San Fernando.
Cerca de la
fuente, ya en la carretera general, está la pequeña bolera, situada al lado de
un castaño centenario, de ahí, a la izquierda parte una estrecha caleya que os
llevará a la playa. Desde el alto, antes de bajar a la playa podréis disfrutar de
unas vistas espectaculares de la costa, llegando a ver desde aquí Llanes y los
islotes de Poo.
Bajar hasta la
playa, cuando baja la marea se puede pasar a la isla grande pero cuando la
marea está alta se cubre entera de agua y no queda nada de arena, se puede decir que hay dos paisajes muy
diferentes según esté la marea alta o baja, ¿cuál de los dos os gustará más?, a
mí me gusta más con la marea alta, y si la mar está un poco agitada mejor,
impresiona bastante, es precioso, la naturaleza en su estado salvaje, nada más
que agua, acantilados y verde a su alrededor, parar el tiempo un momento y
sentaros a admirar tanta belleza, y disfrutar, ya que como dice la canción, la
vida se compone de momentos.
Como os dije
antes, Cue lo tiene todo, también tiene unos bonitos acantilados, para ello
volver hacia el pueblo y dirigiros a la salida, antes de que la carretera
comience a elevarse, a la izquierda, encontraréis una pista que se termina
dividiendo en dos, podéis hacer un circuito, ir por uno y venir por el otro, si vais por la izquierda
iréis derechos a los acantilados y podréis volver a ver la playa desde otro
lugar diferente, luego seguir bordeando la costa hacia la derecha y al final podréis ver donde una arboleda un arroyo que se adentra por un sumidero al mar y un poco más allá un bufón; para ver el bufón
surtiendo agua tiene que estar la marea alta y haber un fuerte oleaje, sino
sólo lo podréis oír. Si camináis hasta
el final del cabo podréis ver la playa de la Ballota con su islote o castro. Perderos
por estos paisajes y disfrutar de sus vistas al mar y a la montaña, lo tenéis
todo, ¿qué más se puede pedir?, sólo una cosa más, una buena compañía.